Nuestro compañero Edu del club NWBILBAO nos envía una hermosa crónica sobre la prueba que tuvo lugar el pasado sábado 22 de setiembre y en la cual participaron 8 socios del club nwbilbao. Un lujo disfrutar de su lectura!!!!
LA VIDA ES UNA MONTAÑA RUSA
Este es el título de una canción de Ronan Keating del año 2000 (Life is a rollercoaster). He puesto este título para hablar de la prueba del sábado 22 entre Villabuena y Elciego, 11,2 km, porque todo ha sido como una montaña rusa: el recorrido, mi resistencia en carrera, incluso mi propia vida en los últimos meses.
Todo tiene su explicación: el pasado 1 de abril me lesioné una pierna, y he estado 5 largos meses en el dique seco, con cero entrenamiento. A pesar del palo, (me he perdido 4 competiciones a las que tenía previsto ir), he podido mantener la ilusión por volver gracias a la fuerza que me han transmitido mis compañeros del Club NW Bilbao. Y mi mayor recompensa ha sido compartir cajón de salida con 8 miembros del club cuando el año pasado estuve solo. Esto es parte de la montaña rusa.
A las 6 de la tarde, en la plaza de Villabuena era impensable el mazazo de calor que iba a pegar en unos pocos metros. Al calor se añade que los primeros 5 km, aproximadamente hasta Navaridas, han sido una secuencia ininterrumpida de repechos y bajadas en medio de un precioso paisaje, que supongo estaría allí, pero que yo no veía. Me faltaba todo: fuerza muscular, fondo físico, y sobre todo enfoque. Cuando estás en competición, para tener una estrategia para dosificar el esfuerzo, para afrontar la carga del repecho y la recuperación en la bajada, hace falta que la mente esté centrada en gestionar este cocktail de ingredientes físico y psicológico, y la mía no estaba centrada.
Un buen grupo de competidores han tirado como demonios, y se han ido alejando sin remisión. Eso siempre me pasa, pero esta vez me ha afectado. En el km 5, algo después del primero de los dos avituallamientos líquidos he tirado la toalla, y poco me ha faltado para abandonar. Pero como no había “coche escoba”, y había que llegar a Elciego, he decido terminar. Afortunadamente, a eso del km 7 he vuelto a encontrar el ánimo y la concentración que había perdido. Y poco a poco he recuperado sensaciones positivas que me han llevado a mejorar el ritmo hasta la meta, curiosamente centrándome en aplicar lo mejor posible de forma consciente la técnica diagonal. Otra vez la montaña rusa.
La organización como en años anteriores, impecable.
El árbitro, hay que aplaudir el esfuerzo de Carlos que se ha metido una buena pechada con la bici.
El recorrido, sin duda precioso, las vides llenas de uvas maduras. Recorrido exigente, en general con buen piso.
Los voluntarios, un montón de ellos en cruces y avituallamientos, muy amables y chupando sol y calor como nosotros.
Para mí ha sido una muy agradable sensación la del reencuentro tras este tiempo con algunos competidores habituales, que una vez más demostraron que no han perdido un ápice de su fuerza, con potente participación de los clubes, Hazten y Club Vasco de Camping de Hernani.
Del Club NW Bilbao solo puedo decir que estoy feliz de haber vuelto a la competición en una prueba con 8 participantes del club, además con regalo especial con un 3er puesto de Nerea en chicas.

Creo que tengo mucha suerte de poder compartir esta afición con un grupo humano de tanto nivel, con muy variados perfiles personales y deportivos, pero que tienen un entusiasmo y una fuerza muy contagiosa.
Y la próximo, la fiesta del Nordic Walking, la 4×4 de Elburgo ¡!!
Os espero allí ¡!!
Eduardo Gimenez
Club Nordic Walking Bilbao.