NORDIC WALKING CON VISTAS
por Eduardo Giménez, socio 018
La prueba de marcha nórdica de hoy, domingo 30 de octubre, no estaba casi en el calendario. Es la Artxanda Urban Trail, que tiene con la de hoy 3 ediciones. El año pasado había llovido en plan diluvio, y el terreno estaba impracticable. Además no había prueba específica de nordic walking. Yo me apunté a la marcha de 12 km, y al final no me atreví a salir por lo complicado que se había puesto el terreno.
Este año sí se ha organizado la primera prueba de nordic walking dentro de la AUT. ¡¡ Y qué bien la han organizado !!

Me ha gustado mucho el circuito y me ha gustado mucho la organización de personas voluntarias y todo lo relacionado con el cronometraje, avituallamientos (por cierto con algunas suculentas especialidades poco habituales, como el “txoripan” que hemos podido comer al final) y demás detalles propios de una prueba de este tipo.
Como no tenía claro el acceso a la zona de la prueba, decidí plantarme allí a las 8:00 aunque la salida estaba prevista a las 10:00. Así tenía tiempo de sobra para organizarme con los dorsales y calentar. Lo cierto es que no hubo ningún problema, y todo discurrió plácidamente pudiendo ser testigo del montaje de los elementos de meta y de la recepción de las personas que aún no habían recogido sus dorsales.
Pronto empezaron a darse salidas para las pruebas largas de trail.
Y mientras fueron llegando los compañeros y compañeras del club con quienes fuimos haciendo los calentamientos de rigor.
A eso de las 9:45 nos fuimos organizando en el cajón único de la prueba, en la que todos los competidores fuimos posicionándonos según indicaban los árbitros. La prueba sólo tenía una clasificación absoluta en una única categoría open, y por tanto muy propicia para que personas que no compiten habitualmente pudieran iniciarse, con la gran ventaja de que es la única prueba que se celebra en casa. Aun así solo estábamos participando 5 personas del club Ipar Izarra Nordic Walking Bilbao, completándose el cajón de salida con walkers de otros lugares, independientes, y con una nutrida participación de un club asturiano.
A las 10:00 en punto, a la terminación de la cuenta atrás dirigida por la speaker, nos dieron la salida y allá que fuimos, como siempre en las salidas como si nos persiguiera una manada de lobos. Dimos una vuelta al parque en el que se encuentra el emblemático monumento “La Huella”, y en seguida nos encarrilamos en el circuito de 3 kilómetros, al que había que dar 4 vueltas.
El circuito recorría los caminos de acceso a la zona de ocio de Artxanda que rodea al mítico “Funi”, el funicular que une el centro de la ciudad con esta zona de esparcimiento. Los primeros 800 metros del circuito permitían disfrutar de unas muy bonitas vistas de nuestra ciudad. Posteriormente se accedía a una zona residencial en un ramal de ida y vuelta de otros 800 metros. La segunda mitad de cada vuelta discurría por el ramal inferior del bosquecillo que corona el monte. Hasta ahí, el perfil era prácticamente plano con ciertas ondulaciones asumibles que permitían desarrollar una buena técnica y una buena velocidad. En la última parte de cada vuelta estaba la única cuesta seria del circuito que medía unos 500 metros, y que se iba haciendo cada vez más pesada según íbamos acumulando vueltas.
Mi rendimiento en esta prueba ha sido sorprendentemente bueno, a pesar de que no estoy entrenando como debiera. Y además he ido mejorando gradualmente con las vueltas. Como en casi todas mis pruebas, he estado en mi posición, perdiendo de vista a los primeros que van volando bajo, y con bastantes competidores por detrás. He tenido mi propia disputa con las personas que iban a mi ritmo y ha sido un estímulo muy bueno para poder ir superando las primeras sensaciones de cansancio.
Lo que sí ha ocurrido es algo lógico en una prueba rápida, y es que es difícil ir rápido y mantener la técnica correcta. Por eso ha habido ciertos competidores de los más rápidos que han sido sancionados con tarjetas que les ha hecho restar los tiempos de las penalizaciones.
Y esta vez, para mí, el intentar no incurrir en tarjetas, trabajando la técnica lo mejor posible, lo que necesariamente me hace limitar la velocidad, ha sido una estrategia que ha tenido recompensa, porque cuando se ha realizado la ceremonia de entrega de premios, puntualmente como estaba programado, a las 13:00, me he llevado la gratísima sorpresa de aparecer en tercera posición de la clasificación absoluta por lo que he podido subir al pódium. Conseguir esto en la primera prueba que se ha hecho en mi ciudad me ha hecho una enorme ilusión. Tengo claro que los pódiums y yo no vamos a vernos muchas veces, y tengo claro que lo que busco en la competición no es subir “al Podium”, sino en cada prueba subir a cada uno de los muchos pódiums que establezco en cada temporada, y que son los que me hacen perseverar en el entrenamiento y en la búsqueda de la mejor técnica posible. Hacerlo bien es muy reconfortante y cuanto mejor lo hago más me gusta este deporte.

Desde luego, espero muy sinceramente que el próximo año se vuelva a celebrar la Artxanda Urban Trail, y que en ella se haga una prueba de marcha nórdica, que con que sea como la de este año, va a ser para disfrutar. Eso es lo que nos han propuesta en el corto briefing que se nos ha impartido antes de la salida por la árbitro jefe de la prueba, y eso es lo que yo he hecho, divertirme y disfrutar de lo lindo de este deporte que cada vez me tiene más enganchado.