Miramón 4ª y última prueba de Copa de España de Marcha Nórdica

 

CUANDO LE PONES GANAS (By Eduardo)

 

Ayer, en la prueba de Nordic Walking de Miramón, hubo un derroche de voluntad.

Fue una jornada muy esperada y muy preparada por un buen número de socias y socios de Club Ipar Izarra Nordic Walking Bilbao. Preparada en los entrenamientos “especiales” de los lunes en Ortuella y de los miércoles en Bilbao durante casi dos meses desde la última competición en Azagra.

Y esperada, porque es una prueba cerca de casa, preparada por el colectivo de miembros del Club Ultreia y del Club Vasco de Camping.

Esperada, porque íbamos a tener una gran participación de nuestro club, con 7 competidores y 9 voluntarios.

Y esperada, porque, a falta de la 4×4 de Elburgo, se va cerrando una temporada que ha sido, como mínimo, bastante compleja.

En distintas “oleadas” fuimos llegando a Miramón. Primero los más nerviosos, y los que hicieron noche en Donostia acudieron al briefing del que salieron un tanto asustados por las indicaiones de la organización en cuanto a seguridad  y a criterios de arbitraje. La cosa iba muy en serio, y ciertamente, el exigente circuito lo requería. Luego llegaron las voluntarias, y un par de voluntarios, 9 benefactores que se han ganado si no el cielo, sí al menos un reconocimiento por parte de todos, y sobre todo de los que competimos. Finalmente, otros más tranquilos que decimos levantarnos tarde y comer en Donostia.

En el edificio central del Parque Tecnológico de Miramón, un auténtico lujo de centro de operaciones, nos dieron los dorsales, bolsa de regalos con varias delicias gastronómicas locales, información de interés de San Sebastián, y un perfecto servicio de consigna y tienda de material deportivo.

A las 15:00 faltaba una hora y media para la salida y debo decir que me empezaba a poner nervioso. Recordaba el circuito de una visita anterior, y tenía bastante miedo escénico porque, siendo un trazado particularmente bonito, combinando zona urbana del Parque Tecnológico con bosque natural del parque natural colindante, el recorrido de cada una de las 3 vueltas era muy exigente, con cambios de textura de superficies: asfalto rugoso, asfalto pulido, tierra de sendero cubierta de hojas otoñales húmedas, y un perfil de desniveles muy fuertes, tanto en bajada como en subida.

Miramon2019

A las 16:15, puntualmente con el programa, se procedió con la organización de los cajones de salida, de nuevo perfectamente organizado, tanto en la inspección y control de acceso al cajón, como en la disposición de las hileras de marchadores. Amabilidad y firmeza bien combinadas. 4 cajones, 3 de federados ordenados según el ranking, y el 4º para los participantes OPEN.

Tras la consabida cuenta atrás, bajo un sol precioso y bastante activo, 26ºC, se inició la prueba.

“Mi prueba” tuvo tres partes, coincidentes con las tres vueltas:

1º Explosión. Confiado en que el entrenamiento realizado en los últimos dos meses me permitiría darlo todo y mantenerlo hasta el final de la 3ª vuelta, efectivamente lo di todo, y las pendientes de la salida del bosque decidieron que mi “todo” no era suficiente. Después del bosque venía la primera pasada por meta. 27 minutos, no demasiado mal, pero ya me había quedado sin combustible. En esos momentos pasó por mi cabeza la idea de abandonar, pero recordando a Oscar “empujándonos” con la bandera del club, y a las demás voluntarias, animando como locas cada vez que pasabas a su lado, tuve la decencia de intentar no defraudar ese empuje.

Así que en la 2ª vuelta me arrastré penosamente en la larga bajada de 1 kilómetro hasta el segundo paso por el bosque. Allí poco a poco fui recuperando y volviendo a pensar fríamente, y esta vez la puñetera cuesta de salida no me cogió desprevenido, y regulando conseguí salir del bosque con aire en los pulmones.

Por fin, en la 3ª vuelta hasta me atreví a ponerme el objetivo de alcanzar a algún competidor de los que me habían rebasado, y por supuesto terminar la prueba.

Quizás es la prueba que más dura se me ha hecho de todas en las que he participado, y aun así la he disfrutado como ninguna otra, sintiéndome perfectamente acompañado por mis compañeras y compañeros del club Nordic Walking Bilbao.

Al terminar la prueba, generoso avituallamiento, los estiramientos de rigor, sudorosos abrazos con los compañeros del club y con los rivales conocidos, y a seguir disfrutando de la buena organización. Autobús que nos llevó a un polideportivo donde me di una ducha de lujo que me hizo olvidar el trago pasado. Vuelta al Parque Tecnológico para la entrega de trofeos. Emocionante aurresku de honor, entonado por los presentes al caerse la megafonía, y aplausos hasta reventar las manos por el pódium de Santi, y buena cuenta del lunch que ofreció la organización mientras charlábamos con amigos y conocidos de otros equipos y escuchábamos a un grupo de música de excelente calidad, que amenizaron la velada. Cuando digo calidad, quiero decir que se atrevieron hasta con Janis Joplin, cosa que no puede hacer cualquiera.

Ya he hablado de la organización, pero tengo que hablar más. Ha corrido a cargo del club Ultreia de Hernani, con el apoyo de muchos miembros del Club Vasco de Camping. Me consta que han preparado la prueba con mimo. En el club Nordic Walking Bilbao vimos una oportunidad de aprender cómo se organiza un evento de este nivel, y se nos ocurrió plantear la posibilidad de apoyar con voluntarios con distintas tareas: dar indicaciones sobre el camino, apoyo en avituallamientos, etc. Y ha sido una experiencia muy positiva. En todas las pruebas los voluntarios animan mucho, pero cuando estos son los compañeros de caminatas habituales del Active, de verdad es otra cosa.

También quería referirme a la labor de los árbitros. Estoy convencido de que este deporte, al igual que en la marcha atlética, necesita jueces que vigilen la práctica correcta de la técnica. Para ello es importante que la prueba se realice en un circuito no muy extenso, y que haya muchos árbitros. El problema de los circuitos es que pueden parecer monótonos. Este no lo era en absoluto. Era extraordinariamente variado. Eso mismo ha obligado a un arbitraje muy activo en el que algún árbitro creo que ha hecho más kilómetros que los propios competidores. Se lo han currado de lo lindo, teniendo en cuenta el difícil contexto en el que ha discurrido la competición.

En resumen, un éxito de prueba, una demostración de que el Club Ipar Izarra Nordic Walking Bilbao está aquí para hacerse un sitio en el nordic walking, y un enorme “Eskerrik asko” a nuestras compañeras y compañeros del club por su espíritu y su compromiso. Es un honor llevar esta camiseta.

Eduardo Gimenez

CD Ipar Izarra Nordic Walking Bilbao.

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