Por Eduardo Gimenez, socio 18
Escribo esta crónica con una mezcla de sentimientos bastante extraña. Hemos terminado la 3ª edición de la Nordic Walking Bizkaia Kosta, y solo hace unos pocos días, pensando en la movida que se avecinaba el fin de semana, tenía el típico pensamiento de “¿en qué momento me he tenido que meter en este jardín?”
Luego, en el transcurso del fin de semana, no ha habido tiempo para pensar, el trabajo ha sido de no creer. Lo primero fue encontrarnos con parte del circuito anegado con arena del temporal del miércoles, y otras partes llenas de hojarasca y pinocha que hacía problemática la práctica de la marcha nórdica.
Con el compromiso con el equipo arbitral de revisar el circuito el sábado por la tarde, el equipo de circuito se curró la limpieza del recorrido a pala y escobón, sincronizando perfectamente con mi
llegada acompañando el equipo arbitral en la inspección del circuito.
El domingo, con puntualidad suiza, este equipo a las 7:00 estaba en el polideportivo de Gorliz, con los frontales puestos (todavía era de noche) para empezar a montar el circuito. Lo que ocurrió desde ese momento hasta las 9:30, hora prevista para el briefing, fue increíble: arco de meta, carpas, mesas, vallas, cinta de balizar, equipo de consigna, equipo de avituallamientos, equipo de recepción, entrega de dorsales, equipo de organización de voluntarios de circuito, todos trabajando febrilmente cumpliendo las tareas asignadas para dejar todo listo para el momento en que fueran
llegando los competidores.




52 voluntarios y voluntarias del club NW Bilbao y de Ortuella (Emakumeon indarra), todos con muchísimo interés y una sonrisa de las que te alegran el día.
Desde luego, un evento así es imposible sin esta colaboración. Así que vaya por delante mi sincero agradecimiento. Otros que se lo curraron de lo lindo son los del equipo arbitral. No les arriendo la ganancia por la tralla que se metieron desde el reconocimiento detallado del circuito, la preparación de listados, la organización de cajones, y las millas que se recorren en la prueba, con un circuito que con sus 2,6 kilómetros requiere mucho movimiento para cubrirlo entero. Y la labor de obtener las
clasificaciones descontando las penalizaciones en el menor tiempo posible, algo que este año se ha conseguido con una buena labor del cronometrador.
De todo esto solo te das cuenta de verdad cuando tú organizas la prueba. Cuando vas a competir “a mesa puesta” te lo pasas muy bien pero no te haces cargo de la cantidad de trabajo que hay
detrás.



La prueba discurrió entre las 10:30 y las 12:30, por el municipio de Gorliz. Es un circuito precioso que toca entornos de bosque, la playa y un poquito de urbano, así como las instalaciones del
polideportivo.
Este año me ha ido relativamente bien, con las tres primeras vueltas a buen ritmo en una posición intermedia, intuyendo la pelea encarnizada que se estaba batiendo en la cabecera de carrera. Como hemos pasado 5 veces por meta, he podido apreciar la buena labor de animación, algo que te reconforta bastante. El circuito, no teniendo grandes desniveles es bastante rompepiernas, lo que va desgastando poco a poco a los marchadores. En mi caso, la 4ª vuelta se me “hizo bola” y bajé el ritmo claramente. Ya eran las 11:30 pasadas, y el calor empezaba a causar efecto.
Pero por un motivo como siempre desconocido, en la última vuelta remonté y conseguí terminar recuperando la dignidad perdida…
La premiación fue rápida, con un sorteo de chalecos, bastones y auriculares donados por los patrocinadores, con un reconocimiento a los participantes en la prueba infantil, a quienes se les entregó un diploma, y la entrega de trofeos en las pruebas federadas. No puedo menos que mencionar la victoria en el campeonato de Bizkaia de Santi Larregla y de nuestra presidenta Sorkunde Mendarte. Es para estar orgulloso.
Todo terminó como las buenas historias de Asterix o los partidos de rugby, con el tercer tiempo en el que los participantes se juntan alrededor de una mesa y celebran lo vivido, en este caso en una
cervecera de Gorliz.
Y si voluntarios y árbitros son esenciales, que duda cabe que sin competidores no hay prueba, así que ahora mi enorme agradecimiento es para ellos y ellas, que a lo largo del año con esfuerzo e ilusión, se entrenan y participan en las pruebas, muchas veces teniendo que hacer largos desplazamientos, noches fuera de casa, y contribuyendo a crear un precioso ambiente de diversión y camaradería al terminar la prueba.
Para terminar el capítulo de agradecimientos, hay que citar a las partes más discretas, menos visibles del evento, como son todos los patrocinadores que nos están ayudando, este año por tercera vez, a las federaciones Euskal Mendizale Federazioa y Bizkaiko Mendizale Federazioa, que con esfuerzo dan cobertura a su especialidad más minoritaria, y finalmente a quien desde 2011,
fecha en que nuestras fundadoras Marisa Lago y Cristina Gonzalez iniciaron la actividad del Nordic Walking en Bizkaia, está apoyando este deporte en todas sus modalidades, fitness, social y competición, que no es otro que el Ayuntamiento de Gorliz. Todo son facilidades y respuesta positiva a nuestros requerimientos, y además nos regalan con un marco natural envidiable.
Ahora es el momento de reflexionar y pensar en aquellos aspectos de la prueba que pueden mejorar. Cada año se intenta hacerlo mejor, pero soy consciente de que todo es mejorable. El resumen de todo este rollo es sencillo:
ESKERRI ASKO- MUCHAS GRACIAS
Eduardo Gimenez
CD Ipar Izarra Nordic Walking Bilbao
