Por Eduardo Gimenez. CD Ipar Izarra Nordic Walking Bilbao
Hace menos de un año, en septiembre de 2021, el CD Ipar Izarra Nordic Walking Bilbao participó por primera vez en el Campeonato de España de Clubs que se celebró en Tres Cantos (Madrid). Tuvimos 2 equipos: femenino y masculino, con 4 y 5 personas respectivamente. Conseguimos puntuar en ambas clasificaciones, y eso ya fue un éxito. Los detalles deportivos ya se contaron por aquí, aunque lo que realmente fue memorable es todo lo que tuvo que ver con el viaje y la “conexión” tan especial que conseguimos los expedicionarios.

Estuvo tan bien que de alguna manera nos confabulamos para volver a participar este año y tratar de disfrutar de aquella manera tan especial.
El momento ha llegado hoy, y así en caliente me pongo a contar algunos detalles de la jornada. Hay que empezar diciendo que este año no hemos podido montar equipo femenino por varios problemas de salud de nuestras federadas, que con seguridad se han quedado con ganas de participar.
Hemos montado equipo masculino y allí hemos ido, maravillosamente bien acompañados por un buen número de socias y socios del club que han compartido la jornada con los competidores, dividiéndose en dos grupos: quienes han participado en la prueba individual “Open”, y quienes han realizado un paseo guiado por la llanada alavesa aledaña al parque de Olarizu, que es donde se ha celebrado la prueba.
A Vitoria hemos viajado en un minibús, dispuesto galantemente por el club, que nos ha venido muy bien para no tener que andar con problemas de aparcamiento y siendo transportados cómodamente en viajes de ida y vuelta.
Después de recoger los dorsales y los chips de cronometraje, a las 9:10 estábamos ya entrando en los “cajones” dispuestos para los competidores 1, 2, 3, 4 y el resto del equipo. Y a las 9:30 en punto, tal y como estaba estipulado, se ha dado la salida.
Había una novedad respecto a las salidas organizadas durante las últimas competiciones, aún en época COVID, y es que las salidas “por oleadas” y con los cajones ordenados con distancias entre competidores, han sido sustituidas por una salida en bloque. Esto ha generado una salida absolutamente caótica, en la que la aglomeración hacía que bastonear fuera arriesgado, por el peligro de que te pisaran los bastones, incluso teniendo que parar por tapón de personas, y eso que la recta de salida era bastante ancha. Esta situación se ha mantenido durante unos 400 metros en los que el “pelotón” se ha estirado lo suficiente para poder aplicar la técnica de bastoneo correcta sin miedo.
A partir de ese momento se ha podido marchar con comodidad, y allí que hemos ido, 4 vueltas de 4 kilómetros para los equipos de club y 3 vueltas para los de la prueba individual Open.
El recorrido era en una zona natural mayormente horizontal, con excepción de una subida en el km 2, de unos 450 metros de longitud con bastante pendiente, y sobre todo, con un suelo de piedras grandes muy incómodo para aplicar con un mínimo de rigor la técnica adecuada. Al final de la cuesta, una bajada pronunciada en la que era necesario talonar bien para no embalarse. Mi registro de tiempos en las vueltas ha sido poco homogéneo. La primera la he hecho en buenos tiempos, en la segunda he tenido un bajón, más psicológico que físico, pensando en lo que todavía nos faltaba de prueba, un pequeño “muro” que he salvado pensando que estábamos en una prueba de equipos, y que si yo abandonaba iba a dejar el club en posición muy débil. Afortunadamente he superado el bajón y al final de la segunda cuesta, he empezado a remontar. Al final de la 4ª vuelta y habiendo coincidido nuevamente con Oscar, hemos entrado en meta “cogiditos” de la mano, en un momento difícilmente explicable, pero muy emocionante.
La conclusión de la participación en una prueba de este tipo es que, independientemente de la posición que alcancemos, realmente te sientes como parte de un grupo de gente que se bate el cobre para que nuestro club, haga una actuación digna. Y eso hace que cualquier escollo mental pueda ser superado, mucho más fácilmente que si la prueba fuera individual.
Tras 2 horas y 14 minutos de pelea bajo el sol, se ha producido lo mejor del día, el encuentro con todas las personas del club que han acudido para acompañarnos y darnos ánimos. Han estado en la salida apoyando, y han estado en la llegada donde hemos compartido el esfuerzo que hemos realizado y nos hemos hecho unas fotos muy chulas con el arco de meta de fondo.

Y después, con mucha carga en las piernas, y tras una reconfortante ducha, nos hemos juntado en el lugar de la entrega de trofeos para aplaudir mucho a los equipos que han hecho pódium y más tarde dar buena cuenta de una estupenda comida en la que hemos compartido espacio con otros equipos que han participado en la prueba.
Este es un gran deporte, que tiene muchas variantes. En nuestro club las practicamos todas, Actives, salidas de sábados, entrenamientos, y competiciones. Y lo grande que tiene para mí es que puedo participar en todas ellas, disfrutando del deporte de manera diferente, pero siempre con unas personas con las que da gusto estar y compartir todos esos momentos.
Y ahora a preparar Lodosa ¡!!